martes, 20 de marzo de 2012

El Manual de una Buena Maruja

Hoy os traigo un manual de instrucciones donde se detallan los pasos y normas que debéis seguir para ser una Vieja cotilla aceptable. Espero que os sea útil, tanto como si queréis ser una de ellas como si queréis conocerlas a fondo para defenderos contra sus artes oscuras, aunque debo decir que es casi imposible, ni Chuck Norris puede salvarse de los murmuros y rumores de las ancianas ninjas.
¡Espero que lo disfrutéis!


De los creadores de “Cómo atarse el delantal” y “Matar a tu nieto de empacho” llega…

EL MANUAL DE UNA BUENA MARUJA

Cómo ya sabréis, todo pueblo consta de un grupito de longevas señoras adiestradas tenazmente en el ancestral arte del cotilleo. Ellas serán un buen ejemplo para poder conseguir lo que deseamos. Para ser un buen murmurador se deben seguir unas reglas básicas de comportamiento y posesión de ciertos materiales u objetos:

1. Toda información es poca y si no la hay tergiversadla.

2. Jamás os deis por vencidos en vuestra búsqueda de hechos, confidencias o cualquier otra indagación.

3. Revelad vuestras fuentes a todo el mundo para que crean ciegamente en vuestras palabras, o inventaros una creíble.

4. Os entrenaréis duramente y jamás traicionaréis al gremio al que pertenezcáis. Ser un topo entre bandas rivales de ancianas conlleva la expulsión inmediata y la crítica de vuestra vida personal junto con todos vuestros congéneres.

5. Es obligatorio tener: una o varias mirillas en la puerta, una ventana por la cual poder vigilar la calle entera con vistas de francotirador para que se te pueda calificar como “vieja’l visillo”, una silla plegable para hacer el Sálvame Deluxe en la calle, un nieto médico del que hablar y decir que siempre te llama, una caja de galletas donde meter todos tus utensilios de coser, unas gafas de culo de botella, un abanico para golpearse el pecho al abanicarse, un paraguas con puntas para clavárselo a la gente cuando llueve, rulos más grandes que vuestra cabeza, un monedero de la Edad de Piedra,  un supermercado o autobús cercano para poder comprar mondarinas y los ingredientes necesarios para hacer almóndigas y cocretas, un bolso que agarrar cuando pasa algún jovenzuelo desarrapado, un balcón con plantas para regarlas y crear un cascada particular, un marido al que reñir en público, varias novelas que jamás debes dejar de ver bajo ninguna circunstancia, y unos sentidos tremendamente agudizados.

6. Harás gestos/actividades como: ponerse la mano en el pecho y decir “Oyoyoyoyyy…” cuando te enteras de algo, decir “Uuuhh” en tono agudo en vez de reírte, cruzarás el delantal cuando vayas a decir algo importante, dormirte durante la telenovela pero si alguien cambia de canal despertarte gritando “¡¿Qué haces?!” entrecerrando los ojos, ir extremadamente lento mientras hablas con tu amiga sin dejar pasar a la persona que va detrás de ti, pararte en seco para dramatizar la conversación, discutir con las vecinas sobre quién está más enferma a su vez quejándote de lo mal que estás, decir que tu vecino asesino siempre saludaba, jugar al bingo nivel experto, ir a la orilla de la playa y ponerse las manos en las caderas, contarle al cajero toda tu vida y las veces que el médico te ha tocado la cadera, pillar por banda a tu nieto y no soltarle, tejer 50 bufandas y 30 jerséis cada semana, dar besos sonoros que dejen una marca de por vida, empujar y hacer uso de vuestras dotes ninjas de sigilo al espiar a todo el mundo.

Además, si queréis llegar a ser una maruja digna debéis llevar un look de lo más “in” y “fashion”. Éste debe constar de unas bragas enormes que produzcan eclipses solares al tenderse, un chándal del año de la María Castaña para ir a hacer ginasia con la vecina de en frente, prendas de leopardo, faldas quilométricas, un delantal manchado, alpargatas, ropa negra para ir de luto cuando se muera el marido de la amiga de la prima de tu vecina, camisas con flores y calcetines más gruesos que una de las almóndigas que cocinaréis.

Con lo explicado, y si han seguido correctamente las instrucciones, ustedes sólo podrán llegar a ser un correveidile de nivel principiante, ya que las verdaderas señoras lo llevan en la sangre, en la misma sangre que les extraen en sus análisis. Y recordad pequeños saltamontes, las marujas no cotillean, SE INFORMAN.

Bueno, y aquí terminan las instrucciones básicas. Encantada de compartir mis redacciones disparatadas con vosotros/as. 
Hasta pronto, si habéis entendido la redacción ahora responderíais lo que diría mi abuela... "¡Si Dios quiere! ¡Si Dios quiere, hija mía!"

R.R.

1 comentario:

  1. jjajajajaja que graciosa! jajajajajajajajajajajajaja:) Lo de la mano al pecho y decir oyoyoy... HA SIDO GENIAL! ajaja:)

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